martes, 26 de abril de 2011

Logro desbloqueado: Sufre humano, sufre.

Hay una sección de aquel sentimiento llamado amor que los humanitos no conoceran jamás si no se vuelven padres. Es indescriptible lo que puede transmitir un pequeño ser sin hablar, sólo con sus sonrisas, sus aparentemente no planeadas caricias y sus inentendibles palabritas.
Hay una sección de aquel sentimiento llamado dolor que los humanitos no conoceran jamás si no se vuelven padres. Y no me refiero exáctamente al dolor que pasó mi Maridita en el día que nuestro Chiquitín decidió que podíamos conocernos en persona. Estoy seguro que ese dolor no podría expresarlo al nivel que lo vivió ella. El día de ayer fue el primero en los seis meses de vida de nuestro hijito que se nos enfermó. No sabemos si fue el agua de la alberca de las pequeñas vacaciones que nos dimos o el haberlo expuesto al aparentemente inofensivo aire nocturno de una noche anterior lo que provocó que la temperatura de su cuerpecito aumentara y terminara, unas horas después en gripa. Al igual que es indescriptible las experiencias amorosas que vives con un hijo, lo son de igual manera las que vives cuando tu Chiquitín te mira lloroso pidiendo que le alivies esa molestia que ni el mismo ha de entender. A pesar de du estado, el pequeño nos regalo varias sonrisas en el transcuros de la noche, pero su carita de cansancio y su sueño interrumpido por el aumento de la temperatura en su cuerpecito nos hicieron experimentar una parte de aquel sentimiento llamado dolor que no habíamos conocido.
No cabe duda que para unos padres primerizos, la primera enfermedad de su bebé (así sea una gripa), será toda una tortura.

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