miércoles, 29 de junio de 2011

Logro desbloqueado: Más humana que los humanos.

Tengo la enorme suerte de trabajar desde hace más de 5 años para editorial Richmond. El ritmo de trabajo con ellos es muy variado, en un principio me enviaban material para ilustrar por lo menos cada semana. Desde que entré a trabajar a la agencia se redujo el trabajo. El limitado tiempo que ahora puedo dedicar a la freelanceada es el principal obstaculo. Desde el primer día que llamé a la editorial para ofrecer mis servicios he tratado con la misma editora, quien forma parte de mi lista de contactos en el MSN, ya que es la mejor herramienta para estar en comunicación de manera rápida. Suena feo, pero cada vez que la editora me saluda es para ofrecerme algún trabajo. Hace unos días, mientras trabajaba, se abrió una ventana del MSN. Era la editora, por lo que inmediatamente agradecí que, después de unos meses, me ofreciera un trabajo. Comenzó con su saludo habitual, continuó preguntandome sobre mi hijo, sobre mi esposa y terminó felicitandome por la enorme fortuna de tener una familia. Después de 10 minutos la "plática" terminó. Nunca llegó ese encargo laboral que había estado esperando. Tenía tan metida la idea del trabajo que mi cerebrito tardó en darse cuenta del detallazo que acababa de vivir: Una persona dedicandome algunos minutos de su valioso tiempo para preguntar sobre mi familia. Gracias Marisela Pérez.

viernes, 24 de junio de 2011

Logro desbloqueado: Mi pequeña sombra

No voy a decir que cada que veo a un niño con su papá lloró como Magdalena, pero si puedo decir que hay cosas que sé que, antes de ser papá, no hubieran tocado mi corazoncito ni en lo más mínimo.
Soy una persona que cree que la mejor manera de trabajar es con música de fondo, y cuando de verdad quiero concentrarme me gusta poner la opción de "shuffle" en el iTunes. Esta opción me permite re-escuchar canciones que, aunque al principio no son de mi agrado, el oirlas una segunda vez y sin planearlo hacen que les tome más cariño; así mismo puedo oir canciones que a veces ni recordaba que tenía en mi lista de música. El día de antier, mientras me peleaba con el Illustrator comenzó a sonar una melodía tranquila con toques de canción de cuna (o eso detectó mi oido), y, cosa extraña, empecé a poner atención a la letra. Tengo algunos problemas para traducir el ingles hablado, así que no siempre entiendo de que habla una canción hasta que no busco la letra, sin embargo esta vez la letra me resultaba sencilla de traducir. Hablaba sobre alguien que preguntaba a una pequeña sombra "si la seguiría hasta la noche". Inmediatamente relacioné la palabra "little shadow" con un niño (con mi niño) y la frase "will you follow me?" con la incognita de qué tanto me costará ganarme la confianza de mi hijo.
Por la voz que soltaba tan llegadoras palabras supe que estaba oyendo a los Yeah Yeah Yeahs. Repetí la canción por lo menos 5 veces mientras miraba la foto de mi Chiquitín e imaginaba como plasmar en papel la escena de un padre pidiendo a su hijo que lo tomara de la mano para caminar junto a él. Antes de comenzar a bocetar quise investigar el origen de la canción para saber si realmente Karen O hacía referencia a un niño al mencionar a la "pequeña sombra". Después de buscar durante un rato sólo encontré el comentario de un cibernauta mencionando que en una entrevista la vocalista había dicho que ella tenía un gato llamado Shadow y había querido cantarle. Pero como el mismo cibernauta dijo: ¿No es eso el mismo principio de una madre hablandole a su hijo?.
El boceto ya está en trazo, espero (ahora si) terminarlo, presumirlo en mi blog de ilustraciones y contar una historia similar a esta. Mientras eso sucede, procuro que los Yeah Yeah Yeahs interpretan su canción de cuna en mi máquina más a menudo, logrando la misma reacción que la primera vez: Mirar el rostro de mi hijo plasmado en papel fotográfico, sonreirle, imaginarnos en escenarios de gráfico y texturas azulosas y retener esa lagrimita que, aunque omití mencionarla, también aparecío aquel día que me peleaba con Illustrator.

jueves, 16 de junio de 2011

Logro desbloqueado: El lado ridículo de la luna

La noche de ayer quedé maravillado con dos cosas: Los juegos casuales y hasta ridículos del Kinect y lo divertido que se vuelven cuando la técnología, entiéndase internet, hace su parte.
Desde que compré mi kinect, a principio de año, no había dedicado más de 15 minutos a jugar aquel primer juego (de muchos) que promete divertirte 100% sana sin apretar un sólo botón de algún control saturado de botones: Kinect Adventures. Ya tenía algún tiempo que estaba planeando pararme frente a la tele y ver con detenimiento que tantas monerías contenía el juego en cuestión y de paso, expulsar un poco de la grasita diaria que se aloja en mi cuerpecillo al mismo tiempo que le quitaba lo oxidado a mis brazos y piernas.
Después de 5 minutos de juego, sentí aquella placentera sensación de mover el cuerpo después de un día de estar sentadote frente a una máquina más de 5 horas. Poco a poco fuí desbloqueando logros en el juego hasta que conseguí unas divertidísimas "estatuas vivientes": El mini juego (por llamarlo de alguna manera) consite en bailar y cantar frente a la revolucionaria cámara, mientras esta graba dichas acciones y las representaba fielmente en un grupo de avatares que, sobre un "escenario" simulaban un grupo músical tipo "Back Street Boys" (esto por ser puros personajes masculinos). Dediqué más de 15 minutos a lo que sólo iba a durar 9 segundos, pues después de la primera grabación, comencé a planear una coreografía más ridícula, así como una canción más populachera, por su puesto, todo pensando en mi Chiquitín. Después de varios intentos, todo terminó en una canción bautizada como "Pablito Bailarin", que no era más que un homenaje (que no copia) de un éxito del tan querido Cri-cri.
Pero la cosa no terminó ahí. Cuando el aparatejo me dió la opción de "compartir" mi creación en la super carretera de la información el asunto se puso más divertido. Mis ridiculeses no sólo las iba a disfrutar yo, sino todo aquel al que quisiera presumirselas al día siguiente desde la máquina de mi trabajo.
Sín la conección Xbox-Internet ese mini juego no hubiera sido tan divertido como terminó siendolo. Ahora sólo espero que llegue el fin de semana para grabar el segundo exito (dedicado a mi bebé, por supuesto) de la banda virtual que surgió un martes por ahí de las 11 de la noche en la sala de mi nidito de amor: Roy Fotochop y sus Pixeles Muertos.

P.D. El primer sencillo ya puede escucharse (y verse) en youtube.

sábado, 4 de junio de 2011

Logro desbloqueado: Mater machina

El fin de semana pasada fue nuestra primera Expo Bebé. Una de las primeras cosas que más me llamó la atención son el tipo de productos que compra una mamá embarazada a diferencia de una mamá con bebé en brazos: La primera comprá (aparentemente) más cosas de las que realmente va a necesitar. Quizá en su plan de "preparada para que mi bebé lo tenga todo", son las mamás que más compran los "productos novedosos" que seguro cualquier mamá con experiencia sabría que es un gasto innecesario. Las segundas mamás llevaban, en su mayoría, ropa y pañales.
Nuestro bebé regresó con una dotación pequeña de papillas, un juego de asas para su vasito entrenador, unos pantaloncitos de algodón para estos tiempos de calor, un ya necesario lava mamilas y unos cuantos kilos de juguetes que su abuelita (mi suegra) se dió el gusto de comprarle, entre ellos un tapete de fomi para que se aviente a gatear.
Entre los tantos productos que vimos en la expo, hubo uno que seguramente dió mucho de que hablar entre los visitantes: Una maquina, porque antes que mecedora era eso, una maquina, que simulaba el arrullo de la mamá. Con forma de vaina, en un acabado aerodinámico y un movil de pilón, la mecedora subia y bajaba con suaves movimientos ondulatorios. El slogan era algo como: Con el mismo movimiento que tu le das.
A pesar de que nuestro Chiquitín tiene unos padres que pasan poco tiempo con el debido a trabajo y el quehacer diario, no puedo dejar de pensar si existirá alguna mamá que vea en esa máquina una solución para tener más tiempo para el maquillaje o la televisión dejando la labor del arrullo bebuno a una máquina. Esperemos que las descargas eléctricas se encarguen de echar a perderles el aparatito a aquellas féminas que gasten sus quincenas buscando librarse de tan hermosa labor.