martes, 15 de febrero de 2011

Logro desbloqueado: Odiando a los papás.

Por primera vez ví a nuestro Chiquitín enojado. Si de algo puedo presumir es el hecho de que mi hijo siempre me sonrié desde que descubrió que podía sonreir. La primera sonrisa que me dá es en la mañana que lo levantamos antes de ir a dejarlo con sus abuelos. Incluso los días que se levanta llorando, después de unas cuantas lágrimas nos regala una sonrisita bebuna.
Creo que hoy no se desperto muy de buenas, así que cuando le dimos la medicina que le recetó su pediatra, su reacción fue poner una extraña carita en el que nos mostraba que no estaba muy feliz de que hubiera empezado así la mañana. Son dos medicinas las que debe tomar, la primera sabe a rayos, la segunda sabe a frutitas. Siempre le hace feo a la primera, pero la segunda en verdad que parece disfrutarla. El día de hoy con el sabor de la primera medicina fue suficiente para que, desde que la tomó hasta que nos despedimos de él en casa de sus abuelos, no nos dejara verle una sonrisa. Seguramente esta será la primera de muchas veces que creerá que estamos equivocados en lo que hacemos con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario